Desprenderse de las preocupaciones y pensamientos innecesarios puede ser beneficioso para encontrar la calma y la claridad mental. Esta es una perspectiva interesante sobre la atención plena y el enfoque en el presente. Al prestar atención a las cosas tal como aparecen en el momento presente, se puede experimentar una mayor conexión con el entorno y una mayor apreciación de las pequeñas cosas.
Muchas veces, nuestras mentes están ocupadas con preocupaciones, ansiedades y pensamientos sobre el pasado o el futuro. Esto puede generar estrés y distracción en nuestra vida cotidiana.
El maestro zen Línjì Yìxuán dijo: Deja en paz tus pensamientos y no busques nada fuera de tí. Presta atención a las cosas tal como aparezcan. Atiende sólo a lo que surja en el presente. Despreocúpate de todo lo demás.
La práctica de la atención plena nos invita a dirigir nuestra atención al presente, a lo que está sucediendo aquí y ahora, en lugar de dejar que nuestra mente divague en preocupaciones innecesarias. Esto implica prestar atención plena a nuestras acciones, a nuestras emociones, a nuestras sensaciones físicas y a nuestro entorno en el momento presente. Al dejar de buscar fuera de uno mismo y operar en el aquí y ahora, es posible encontrar esa sensación de paz y bienestar.
Al hacerlo, podemos desarrollar una mayor conciencia de nosotros mismos y de nuestro entorno. Esto nos permite disfrutar plenamente de las experiencias cotidianas, ya sea saborear una comida, disfrutar de una conversación, apreciar la belleza de la naturaleza o simplemente estar presente en nuestras actividades diarias.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que la atención plena no significa que debamos dejar de lado por completo la planificación y la acción en nuestras vidas. Aunque es beneficioso vivir en el presente, también necesitamos establecer metas, tomar decisiones y planificar para el futuro. La atención plena nos ayuda a hacerlo desde un lugar de mayor claridad y equilibrio mental.
