Cuando se tiene algo en la conciencia no hay perfecta serenidad. El mejor camino para llegar a una perfecta serenidad es olvidarlo todo. Entonces la mente está en paz y tiene amplitud y claridad suficientes como para ver y sentir las cosas tal como son sin ningún esfuerzo. La mejor manera de lograr la serenidad perfecta consiste en no retener ninguna idea de las cosas, sean cuales fueren; olvidar todo lo referente a ellas y no dejar rastro alguno o sombra de pensamiento. Pero cuando uno trata de detener la mente o ir más allá de la actividad consciente, sólo se consigue echarse una carga más. "Yo debo detener mi mente en la práctica, pero no puedo. Mi práctica no es muy buena". Esta clase de idea es otra manera incorrecta de practicar.
No se debe refrenar la mente, sino más bien dejarlo todo como está. Así las ideas no quedarán en la mente por mucho tiempo. Vendrán como vengan y se irán siguiendo su curso natural. Por fin, la mente se mantendrá clara y vacía durante mucho tiempo. Así que lo más importante en la práctica es mantener una firme convicción en la vacuidad original de la mente.
En los textos sagrados budistas se emplean a veces vastas analogías con el propósito de describir ese estado de mente vacía. A veces se usa un número astronómico, tan grande que sobrepasa toda cuenta. Esto significa renunciar al cálculo. Cuando es tan grande que no se puede apreciar, entonces se pierde el interés y se acaba por renunciar. Esta clase de descripción también puede suscitar una especie de interés en el número innumerable que ayudará a detener el pensar de la mente pequeña. Pero la experiencia más pura del estado mental vacío se logra cuando uno se sienta en zazén. En realidad, la vacuidad de la mente no es ni siquiera un estado mental, sino que es la esencia original de la mente que experimentaron Buda y el Sexto Patriarca. "Esencia de la mente", "mente original", "cara original", "naturaleza de Buda", "vacuidad": todas estas expresiones designan la calma absoluta de nuestra mente.
______________________________________________
Fuente: Shunryu Suzuki Roshi
Mente zen, Mente de principiante