MAESTRO ZEN WÚ DǍO - Aceptación y apertura en la práctica zen - Budismo zen Alicante.


Aceptación y Apertura en la Práctica Zen

En zazen nos sumergimos en el santuario del momento presente. Las sutiles corrientes de la respiración nos conectan con la esencia misma de la existencia. En cada inhalación y exhalación, encontramos el pulso de la vida, un recordatorio de nuestra interconexión con todo lo que nos rodea.

En esta práctica, aprendemos que la aceptación no es una resignación pasiva, sino una apertura activa al flujo de la vida. Al recibir cada experiencia sin aferrarnos ni rechazarla, nos volvemos como el bambú en el viento, flexible y fuerte a la vez. En este espacio de aceptación, cultivamos la habilidad de discernir entre lo que podemos cambiar y lo que debemos dejar tal y como está.

“La práctica diaria es desarrollar una completa aceptación y apertura a todos los factores externos, situaciones, emociones y a todas las personas, experimentando todo sin reservas mentales y bloqueos. Nuestro zazen diario fortalecerá el entendimiento y un sentido de vigilia general protegerá a la mente del sufrimiento.” - Wú Dǎo Shakya

Esa apertura nos invita a abrazar cada experiencia como un maestro que nos guía en el camino. Incluso en las dificultades, encontramos lecciones valiosas que nos ayudan a crecer y evolucionar. Como el loto que se eleva inmaculado desde el fango, cada desafío es una oportunidad de transformación.

En nuestra meditación zen, somos testigos de nuestros pensamientos y emociones sin identificarnos con ellos. Nos convertimos en observadores benevolentes, distanciados de la turbulencia de la mente. Esta claridad nos brinda el espacio para elegir nuestras respuestas con sabiduría y compasión.

La compasión se convierte en la fragancia que perfuma cada interacción. Al reconocer la humanidad en cada ser, cultivamos una aceptación profunda y amorosa. Al comprender que todos compartimos el viaje de la vida, encontramos una conexión que trasciende las fronteras del ego.

En cada paso, estés donde estés, recuerda la práctica de zazen. Abraza cada momento con la aceptación serena del practicante del camino medio, y encuentra en cada experiencia la semilla de tu crecimiento.


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